Aquí tenemos el
último grito para mejorar la vida de la mujer, en esos días tan
fastidiosos de la menstruación. Con la copa vaginal, podemos decir adiós a
compresas, tampones, salva-slip… Y demás productos para esos días de regla.
Es algo tan sencillo como un receptáculo en forma de copa
hecha de silicona médica, que introducida en la vagina recoge el flujo
menstrual; recoge y no absorbe como los tampones, respetando el equilibrio
íntimo y evitando la sequedad interna o el exceso de humedad en el caso de usar
compresas.
Las ventajas que tiene son muchas. No se nota, no mancha, la puedes usar hasta
12 horas y por la noche, no está relacionada con el SST (Síndrome del Shock Tóxico)
que está ligado al uso de los tampones; la
copa vaginal al ser de silicona no acumula gérmenes. Además
es ecológica y respeta el medio ambiente, porque tiene una durabilidad
de diez años y no hay que andar con cuidado para su deshecho como en el caso de
tampones y compresas.
Para quien la use por primera vez, puede ser una pequeña
aventura, pero aquí tienes algunos consejos, hasta que tengas práctica en su
utilización. La copa es flexible, se
dobla una o dos veces, para introducirla en la vagina y se queda abierta en su
interior, no debe moverse ni molestar, si esto ocurre es que está mal colocada.
Pero no te desesperes, sácala y vuelve a probar, nadie nace sabiendo de todo.
Esas primeras veces procura “cambiarte” en tu baño
particular, porque la copa estará más o menos llena y al sacarla hay que tener
especial cuidado para no mancharse. Después simplemente lavarla con agua y
jabón neutro, y volverla a colocar en el interior de la vagina. Y no se te
ocurra hacerlo las primeras veces en un baño público, sobre todo si no tienes
el lavabo a mano, o práctica para limpiarla con una toallita.
Al final del ciclo, es imprescindible esterilizarla, hay
productos específicos para ello, pero basta algo tan simple como ponerla a
hervir en agua, entre 3 y 5 min, y lista
para el siguiente uso. Y que no se te olvide que la tienes en el cazo, que te
la puedes encontrar hecha una bola inservible.
También tiene algún inconveniente, pero prácticamente ya los hemos dicho: practicar
los primeros días que la usamos (recuerda leer bien las instrucciones que la
acompañan), no extraerla si no tenemos
posibilidad de lavarla, y colocarla bien para que no se mueva ni moleste. Y no
usarla en ningún caso, si tienes algún tipo de infección vaginal y durante el
postparto para evitar infecciones.
Desde luego casi todo son ventajas y un paso adelante en la
independencia de la mujer. Ya no podremos decir no puedo ir a nadar, correr,
andar en bici, ponerme pantalones blancos, etc., por temor a mancharnos. Si
preparamos una salida de fin de semana o unas vacaciones no tendremos que meter
la caja de tampones por si acaso. Se puede usar por la noche, lo que nos puede
evitar más de una lavadora, sobre todo si el flujo es muy abundante.
Y una cosa más, tenemos tamaños para adaptarse a las
necesidades de cada una. Las más pequeñas para las principiantes, las que
tienen poco flujo, o no han sido madres. Y las más grandes para las más maduras
y/o con más flujo menstrual.
Y lo mejor de todo el precio. Según pinches en este enlace y
lo veas, podrás decir “pues no es tan barato”, pero lo es si echas la cuenta de
los tampones y compresas que utilizas durante un año, la cuenta está más que
clara.
Anímate a usarla y si tienes alguna pregunta, no dudes en
consultarnos, bien a través de la web, o a tu asesora más cercana.
María
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